NIEBLA


Las imágenes de este proyecto se detienen sobre las huellas, el rastro, esos indicios que pueden hablarnos del tiempo reciente en el que existió un entendimiento entre naturaleza e individuo. Imágenes no estereotipadas de una vida rural.

En las vegas del Guadiana, a su paso por Extremadura, en determinadas estaciones del año, se presenta el fenómeno meteorológico de la niebla. Hay temporadas en las que se hace particularmente persistente, implacable sobre los arroyos, sobre los campos, haciendo invisibles las ciudades, el trazado lógico de las aceras... Es entonces cuando me interesa fotografiar esos escenarios que va sorteando este Guadiana extremeño. Desde el punto de vista fotográfico, el fenómeno de la niebla introduce en el paisaje un factor estimulante de lo estético. El paisaje, ahora, se vuelve lleno de connotaciones, susurra mensajes, matices que con otra luz es incapaz de transmitir.

Niebla investiga sobre esa poética visual de lo que queda, detenido, en estas extensiones de vida compartida, los restos de la última jornada de siembra, de la última recogida de frutos, de la última vendimia...: aquellos lugares donde las personas jugaron a construir su infancia, allí donde se enamoraron, donde se construyó un universo particular, una identidad basada en la acción y la contemplación de ese paisaje-campo que es habitado.

La niebla aporta esa casualidad estética que hace más intenso este mensaje de abandono o semiabandono (no aparecen personas, solo el paisaje que nos cuenta, que palpita). Con la niebla el paisaje o lo que queda de él, junto a las estructuras aún en pie (a veces milagrosamente) del hombre, se vuelve corpóreo, parece mostrarnos un alma.

Este proyecto pretende un acercamiento al paisaje distinto del que consiguen las imágenes estereotipadas de la naturaleza como reclamo, aquellas imágenes persuasivas que nos brindan visitar el campo como una experiencia vacacional, que nos ofrecen su virginidad como motivo de goce estético-turístico. Niebla intenta otra aproximación, un acercamiento a un paisaje no virgen, donde se descubren los lugares donde se pertrecharon esos encuentros, las sacudidas, los empellones del hombre y su entorno rural.

José Antonio Rodríguez Conde.

IMÁGENES